En los sectores cosmético y farmacéutico, la elección del envase adecuado es mucho más que una cuestión estética o de marketing: es un factor crítico para garantizar la seguridad, eficacia y estabilidad del producto durante toda su vida útil. La compatibilidad entre la fórmula y el envase es esencial para evitar problemas como la degradación, contaminación o pérdida de propiedades del producto, lo que puede afectar tanto a la salud del consumidor como a la reputación de la marca.
¿Por qué es tan importante la compatibilidad?
- Protección de la fórmula: El envase actúa como barrera frente a factores externos que pueden degradar el producto (luz, humedad, oxígeno). Si el material del envase no es compatible, pueden producirse migraciones de sustancias, alterando la composición y eficacia del cosmético o medicamento.
- Seguridad del consumidor: En el caso de productos farmacéuticos, una incompatibilidad puede provocar la contaminación del medicamento o la formación de compuestos tóxicos, comprometiendo la seguridad del consumidor.
- Cumplimiento normativo: Tanto en cosmética como en farma, la legislación exige que los materiales en contacto con la fórmula sean seguros y estén debidamente certificados para su uso, especialmente en productos de administración oral o tópica.
Pasos clave para acertar en la elección del envase
- Análisis de la fórmula
- – Identificar los ingredientes sensibles a la luz, oxígeno, humedad o pH.
- – Determinar si la fórmula contiene componentes que puedan reaccionar con materiales plásticos, vidrios o metales.
- Selección de materiales compatibles
- – Considerar opciones como vidrio, PET, HDPE, aluminio, entre otros, en función de la naturaleza de la fórmula y necesidades de protección.
- - Priorizar materiales y certificados destinados para uso cosmético o farmacéutico.
- Realización de ensayos de compatibilidad
- – Realizar pruebas específicas (migración, estabilidad, interacción química) para comprobar que el envase no altera la fórmula durante el almacenamiento y uso.
- – En el sector farmacéutico, seguir las guías regulatorias de la FDA y la EMA, que exigen un enfoque basado en el riesgo y pruebas analíticas exhaustivas.
- Evaluación de funcionalidad y ergonomía
- – Cerciorarse de que el envase permita una dosificación precisa, sea fácil de usar y proteja el producto de la contaminación (bombas airless, cierres herméticos, etc.).
- Cumplimiento normativo y documentación
- – Exigir certificados de conformidad alimenticia y farmacéutica para los materiales, especialmente en formulaciones orales o tópicas.
- – Verificar la trazabilidad y ausencia de sustancias prohibidas o restringidas.
- Consideraciones de sostenibilidad
- – Siguiendo las nuevas tendencias sostenibles, como el uso de ingredientes naturales, buscar packaging que ofrezca mayor protección contra el deterioro, como por ejemplo, envases Airless.
- Validación final y control de calidad
- – Realizar un seguimiento durante el almacenamiento y vida útil del producto para detectar posibles problemas de compatibilidad a largo plazo.
La compatibilidad entre la fórmula y el envase no es un aspecto menor, sino un pilar fundamental en el desarrollo de productos cosméticos y farmacéuticos seguros y eficaces. Seguir un proceso riguroso de análisis, selección, ensayo y validación es la mejor garantía para proteger tanto al consumidor como a la marca, cumpliendo con la normativa y las expectativas del mercado actual.